Símbolo de la paz y la libertad con su música de trovador, el cantautor argentino Facundo Cabral ha muerto de la forma que menos merecía: asesinado a tiros por unos sicarios. Acababa de terminar una gira en Guatemala y se dirigía hoy hacia el aeropuerto internacional de La Aurora, en el sur de Ciudad de Guatemala, cuando un grupo de desconocidos le ha acribillado dentro de la furgoneta en la que viajaba con el empresario nicaragüense Henry Fariña.
AYER SOÑE QUE PODIA Y HOY PUEDO
Nacemos para encontrarnos
(la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la
humanidad es una sola familia y
que habitamos un país
llamado Tierra.
Somos hijos del amor, por
lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos),
y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que
recordar padres felices.
Hay tantas cosas para
gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de
tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso
estamos rodeados de buenas noticias.
Cada mañana es una buena
noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena
noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del
que no canta porque algo esconde.
Eso lo aprendí de mi
madre que fue la primera buena noticia que
conocí.
Se llamaba Sara y nunca
pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la
felicidad y la distraía, nunca usó
Agenda porque sólo hacía
lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón.
Se dedicó a vivir y no le
quedaba tiempo para hacer otra cosa.
De mi madre también
aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo,
le puedes decir basta a la mujer (ó al hombre) que ya no amas, al trabajo que
odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros
que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora
mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y
ahora mismo.
Me he transformado en un
hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una
fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la
lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que
enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que
duela. Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta,
misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la
poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos
rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la
línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución
fundamental, el revolucionarse constantemente para armonizar con la vida, que
es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar
cada rincón. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque
todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía
la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en
instante porque eso es la vida.
Me costó 57 años llegar
hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este
momento?
Se gana y se pierde, se
sube y se baja, se nace y se muere. Si la historia es tan simple, ¿porqué te
preocupas tanto?. No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la
Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.
Perdónate, acéptate,
reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la
eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre,
para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos,
pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te
liberarás de esas cadenas. Si estás atento al presente, el pasado no te
distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este
mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en
cada instante, pero no digas no puedo ni en broma porque el inconsciente no
tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo
intentes.
Si quieres recuperar la
salud abandona la crítica, el resentimiento y
la culpa, responsables de
nuestras enfermedades. Perdona a todos
y perdónate, no hay
liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada
peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el
resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice
de lo que te disgusta. Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de
nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti,
alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que
enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que
nos sucede es en
vano.
No te quejes, recuerda
que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son
ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida.
Libérate de la ansiedad,
piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente…
Facundo Cabral